Tendencia al bonapartismo

 

Las etapas de crisis aguda del capitalismo dan poco margen a las democracias burguesas. Las someten a tensiones insoportables, en dos direcciones: la de la revolución y la de la contrarrevolución. Estas tensiones se multiplican en el caso de los países atrasados; las potencias imperialistas en crisis les aplastan, como si fueran ciempiés en una estampida de búfalos heridos. Si la revolución no triunfa en estos países, la tendencia es a la aparición de regímenes bonapartistas burgueses, donde hombres fuertes imponen las decisiones, en beneficio de las clases reaccionarias, y apoyándose para ello en la represión policíaco-militar y en un cierto equilibrismo entre diferentes clases sociales. El período de entreguerras en Europa reúne todas estas características. Uno tras otro, todos los Estados balcánicos caen en el bonapartismo, bajo la influencia de la Italia fascista o de la Alemania nazi. El primero es Albania, donde Ahmed Zogú, en 1925, se hace nombrar rey, convirtiendo el nuevo reino en un satélite de Italia. En Yugoslavia, el rey Alejandro I impone su dictadura en 1929. En Grecia, tras un período de inestabilidad y crecimiento del apoyo a los comunistas, el general Ioannis Metaxas disuelve el Parlamento (1936).

En Bulgaria, en junio de 1923, los partidos burgueses, utilizando al Ejército y a los exiliados macedonios de la VMRO, dan un golpe de Estado y desplazan a la Unión Agraria, imponiendo un régimen de terror sobre trabajadores y campesinos. La dirección comunista comete un grave error, analizado por la Internacional Co-munista: mientras muchos militantes luchan codo a codo con los campesinos de la Unión contra el golpe, los dirigentes se mantienen pasivos, considerando que lo que se da es un enfrentamiento entre dos sectores de la clase dominante. Por otra parte, la represión salvaje de los agrarios y la negativa experiencia del Gobierno anterior lleva a la UAPB a un proceso de radicalización que culmina en un frente único con el PCB. La experiencia de la dictadura verde demuestra que: "1. Los campesinos, por más organizados que estén, no están en condiciones de conservar por sí solos [sin contar con la clase obrera] y durante largo tiempo el poder estatal (...). 2. Con una política de medias tintas que conserva las bases del régimen burgués jamás puede eliminarse a la burguesía del poder"12. En septiembre las provocaciones del Gobierno convierten la huelga general convocada por comunistas y agrarios en una insurrección; la lucha en las calles se mantiene durante dos semanas. En noviembre se celebran elecciones, y a pesar del terror blanco y de la clandestinidad del PCB, la candidatura de frente único obtiene 300.000 votos, el 30%.

Económicamente, los Balcanes están dominados por Alemania, que compra sus materias primas y productos agrícolas (trigo, maíz, tabaco) y vende, en un intercambio desigual, las manufacturas que necesita (maquinaria agrícola, productos químicos). En 1938 Bulgaria vendió el 75% de sus exportaciones a Alemania.