El polvorín macedonio

 

Si los Balcanes es el polvorín de Europa, Macedonia es el polvorín de los Balcanes. Esta región es mucho más amplia que el actual país con ese nombre. Es la enorme franja que va desde casi toda la frontera oriental de Albania hasta el mar Egeo, limitando al Este con Tracia y al sur con la Tesalia griega. Su composición étnica era (y es) compleja, no sólo porque hubiera casi "de todo" (búlgaros –que eran mayoría–, griegos, eslavos, rumanos, turcos, judíos, albaneses), sino también porque, en el campo, el contacto entre estos pueblos era prácticamente inexistente: vivían de espaldas en aldeas vecinas, cada una con su lengua y su cultura.

Grecia, Serbia, Bulgaria, e incluso Albania, ambicionan Macedonia, o parte de ella. Esto lleva a las tres primeras, las potencias de la zona, a una cruel lucha, primero en el terreno cultural (una carrera por la creación de escuelas para enseñar cada lengua y de templos de cada una de las tres Iglesias ortodoxas, desde finales del XIX), y luego directamente terrorista (especialmente, de 1904 a 1908). Los comitayis (miembros de bandas), sirviendo los intereses de alguno de los tres reinos, presionan a los campesinos a declararse de una determinada nacionalidad y religión, quemando aldeas y asesinando u obligando a huir a miles de macedonios. Esto es una pequeña muestra de que la "limpieza étnica" no es un invento de ahora, sino un método utilizado desde siempre por los imperialistas y (como en este caso) por sus aprendices.

En 1893 se crea la VMRO (Orga-nización Revolucionaria Interior Ma-cedonia). En un principio, la VMRO "defendía la autonomía de Macedonia con respecto al Imperio Turco, y a la vez un programa social dirigido a los campesinos: reducción de impuestos, reforma agraria, abolición de la usura. Desconfiaban del expansionismo búlgaro y ruso, buscando el apoyo de los políticos británicos y franceses. En sus filas había socialistas y anarquistas"8. La VMRO, donde participaban los socialistas macedonios, organizó un levantamiento en 1903, proclamándose la república (presidida por un socialista), pero fue derrotado tres meses después. A raíz de ello, la Organización se dividió; el sector más derechista se impuso y se convirtió en el brazo armado del chovinismo búlgaro en Macedonia, reprimiendo salvajemente, sobre todo, a la población griega.

Los beneficiarios fundamentales de las dos guerras balcánicas fueron las dinastías y los burgueses de Serbia (que en un año había doblado su extensión) y Grecia (que se queda con la mayor parte de Macedonia y recupera Corfú, Creta y otras islas). La enemistad entre Austria-Hungría y Serbia se fortalece, pues el poderoso Estado eslavo pone sus miras en Bosnia, Croacia y el sur de Hungría (poblada en parte por serbios), territorios todos del imperio de los Habsburgo.